Mónica Sarmiento-Archer: Ritmos de la naturaleza

por Wilson Hallo Granja
Quito, Febrero 2.000

Para entrar en una compresión de las manifestaciones estéticas contemporáneas del Ecuador y América, necesitamos hacer un análisis histórico permanente, además extensivo a lo contemporáneo de las raíces que las ambientaron e influyeron en su conformación.

Dentro de este esquema, diremos que cuando percibimos los planteamientos y concepciones estéticas de las creaciones Valdivia (4300-1500 A.C.), especialmente peinados y vasijas, se evidencia que los “ritmos” primordiales abarcan la fluencia de líneas y formologías que son acordes a sus espacios naturales y vivenciales, que están integrados a las expresiones permanentes encontradas en las cerámicas, piedras o pinturas corporales.

Esta misma persistencia de ritmos apreciamos en las cerámicas antropomorfas y vasijas de la cultura Machalilla (1700-1500 A.C.), donde los ritmos incisos nos llevan a admirar su secuencias mágicas.

Al testifica la cultura Chorrera (1500-500 A.C.), veremos que la actitud creativa, deviene de una propuesta intelectiva más amplia, posiblemente porque a diferencia de las etapas culturales anteriores, ellos (la Chorrera) satisficieron ya sus necesidades primarias y disponían de mayor tiempo para la creatividad. Esta es una de las culturas más desarrolladas de su época. Los factores estéticos tiene mayor estructura conceptual. Estos avances servirán de punto de partida para otras culturas indígenas americanas existentes, antes de la Era de Cristo; como la Olmeca en México, Chavin en Perú, presumiendo para ello, contactos regionales.

Estos procesos han sido estudiados por Mónica Sarmiento Castillo Archer, especialmente por su vinculación con el artista ecuatoriano, Estuardo Maldonado (generación del 60); transformando sus enseñanzas en idioma propio, añadiendo otros aportes que se han vuelto emblemáticos en su creatividad, al emplear materiales orgánicos como cortezas de varios frutos naturales que nuestra geografía produce. Integra a esa permanente estética de los ritmos, que apreciamos en las culturas precolombinas mencionadas, las complementa con una propuesta de color.

Añade una actitud secuencial, resultante de su relación con Carlos Cruz Diez, artista cinético venezolano con el que trabaja en 1998.

En el arte americano del Siglo XX, se destacan artistas como el catalán-uruguayo, Joaquín Torres García, (1930) quien, impresionado por la arquitectura Inca, abona a un constructivismo inicial, así como también a los nacientes idiomas abstractos de Europa. El ancestralismo desarrollado por Tamayo (1940) en México, Mata (1950) en Chile y en Ecuador por la generación de los 60, en especial de Tábara, Maldonado y Viteri, entre otros, quienes parten de un espacio cons-tructivo heredado de las culturas que habitaron Ecuador por espacio de seis mil años; cada uno se manifiesta con una perspectiva propia.

En Mónica Sarmiento (1998), encontramos un aporte en lo que llamamos “cocina artística”, al usar materiales orgánicos adheridos a una placa de madera. Estos materiales orgánicos configurados por su textura, que al ser tratados con colores, dan un espíritu cercano a los espacios elaborados por el “informalismo español” (Tápies, Cuixart, Canogar, etc.).

Moisés Villelia (escultor catalán), como fruto de una investigación realizada durante su estadía en Ecuador por dos años, hace una mención del uso del color en las culturas precolombinas. Investigación hecha junto al Grupo Piru, puntualiza y dice: que las culturas prehispánicas sabían trabajar con la suma de colores, por ello, en sus obras (cerámicas, textiles, etc.) encontramos colores resultantes de suma y no colores primarios.

Es necesario puntualizar que en los cuadros de Mónica Sarmiento, existe esa misma actitud, priorizando los ocres y sus derivantes, recordando la “pacha mama” (madre tierra), integrando a sus cortezas, un permanente ritmo propio del hombre ancestral y naturaleza americana.

Casi en todo el Siglo 20, los artistas de estas latitudes mantienen una permanente inquietud por todo lo que significa una vertiente ancestral y los tratan de las más diversas maneras. Al finalizar el Siglo, Mónica Sarmiento hace una propuesta válida que enriquece a esta permanente inquietud. Creemos que su persistencia dará frutos positivos.

Se presenta el texto de Wilson Hallo Granja Granja, investigador y curador de la exposición “Mónica Sarmiento: ritmos de la naturaleza”, que se presentó en la Fundación Eduardo Kingman (2000)

Información de interés acerca de: La Galería Siglo XX y la Fundación Hallo: prácticas de coleccionismo y configuración del sistema de arte en Ecuador (1964-1979)

Monica Sarmiento Archer: Precolombinos

 El Museo de la Ciudad de Valencia presentó la obra de la artista ecuatoriana, Mónica Sarmiento, Castillo Archer, la exhibición duró 4 meses, de junio a septiembre del 2005, fue organizado por el Ayuntamiento de Valencia y la Galeria CosmoArte Siglo XXV. El catálogo contó con textos de la Alcaldesa de la Comunidad Valenciana Rita Barbera Nolla, la Concejalía de Cultura de la Comunidad Valenciana María José Alcón, Luis González Robles, el comisarios de la exposición Vicente Alcaraz y José Garnería Coordinador técnico.

COMPOSICIONES DE MÓNICA SARMIENTO “SANGORACHA”
Luis González Robles, Ex Director del Museo Nacional Español de Arte Contemporáneo de Madrid
Madrid – Febrero 2.001

Mucho nos dice de su fama, de la delicadeza e íntima emoción que Mónica Sarmiento Castillo “Sangoracha”, pone en la elaboración de sus composiciones plásticas en su versión de la Naturaleza, en la que existe una personal invención de sencillez digna del mejor encomio por la singular cualidad de un equilibrio argumental que cumple los requisitos de lo armónico, creando un concepto muy personal de ese mundo de la naturaleza de relaciones espaciales, cósmicas y líricas por la preponderancia de su espacial materia colorista de una gran eficacia, repito, por esa su cualidad de lo equilibrado de un esquema que cumple los requisitos de lo armónico, dándole una dimensión humana al paisaje tan necesario de vivirlo interiormente como lo demuestra en sus composiciones Mónica Sarmiento Castillo “Sangoracha”.

Esto es, para mi, lo esencial en estas obras, cuyo cromatismo trasciende los umbrales -los límites- de lo natural, resaltando lo significativo como importancia existencial de su mensaje plástico, todo ello en un trabajo razonado e inteligente.                      

EL CONSTRUCTIVISMO DE MÓNICA SARMIENTO CASTILLO ARCHER
Vicente Alcaraz García, economista y comisario de arte
Valencia 2005

La obra pictórica de Mónica Sarmiento mediante su mensaje plástico, muestra la originalidad de una pintura producto del exhaustivo trabajo e investigación, dónde las materias orgánicas para reciclar, cortezas, pieles, cáscaras, etc., al igual que, las inorgánicas como tierras, gravas, etc., cobran vida. Utilizando una técnica, ritmo y armonía que le otorga una identidad propia de innovación en el mundo del arte.

En la Exposición de la Casa de América en Madrid en 1997 se la señala con “Aquí comienza otro mundo…”. Querejena en la Exposición Internacional de Tabacalera Española en 1999 define su obra como: “la pintora que explora un mundo de ausencias sentidas, desarrollando el entorno de sus vivencias en lo natural…”. Mediante sus series: Árbol, Paisaje, Naturaleza y Precolombino, recoge la máxima expresión de lo ancestral y del espíritu de la vida, no sólo captando el color de la amazonía sino yendo más allá. Su personalidad la lleva a conocer los entornos en los que se desenvuelve, obteniendo un contenido preciso mediante su concepción rítmica y geométrica: consiguiendo una obra extraordinariamente peculiar y única, transmitiendo un equilibrio perfecto a su composición, creando una visión sugestiva en el contexto natural de sus obras.

La obra precolombina de Mónica Sarmiento según Hernán Rodríguez Bustelo expresa “Cabe ver en estos cuadros el proceso. Primero, grandes líneas y bloques compositivos, agitados ya por ritmos provenientes de la naturaleza. Luego, la inclusión de la materia natural, que llega con ricos y sutiles aportes de textura. Y entonces el color para convertir todo aquello en ese microcosmos autónomo, tenso de belleza y sentidos, que es el cuadro”, toda una evolución del arte en la naturaleza realizando un estilo, dentro de un nuevo espacio en lo contemporáneo; su personalidad e identidad son únicas y sorprende no sólo al público sino también a la crítica captando sus obras extraordinariamente la atención.

Xurriguera manifiesta “Armada con sus manos expertas, con su paciencia, con su intuición y su sentido táctil, más allá de prácticas de estilo, ha sabido inventar una escritura a ninguna otra comparable (…) Mónica es quizás la heredera de una cultura milenaria, pero ante todo es ella misma: una artista independiente fiel a su proyecto, cuya obra solidaria y prometedora hoy, está lista para el mañana”.

En el arte contemporáneo, tiene un estilo propio que penetra en la mente de todos con su propia personalidad, su trabajo investigador (pictórico y de las formas escultóricas), disciplina, rigor en su técnica, dibujo e imaginación consiguen un movimiento, luz-espacio, dimensión y un equilibrio cromático que conforman su singular método de trabajo con una destreza sin límites en el tablero, dándole una gran finura estética.

Mónica Sarmiento, le da a sus obras esa peculiaridad tan difícil para los pintores de la personalidad propia. A distancia se puede decir con toda precisión que es una obra de Mónica Sarmiento.

https://www.facebook.com/InesMonica.SarmientoArcher/

American University Museum at the Katzen Arts Center, Mónica Sarmiento Archer XV Iberoamerican Art Salon

 Mónica Sarmiento

Mónica Sarmiento  Castillo (Inés Archer), Katsen Museum, XV Art Salon Iberoamerican 2006

Ubicado en el dinámico y multidisciplinar Centro de Artes de Washington Katzen de la American University Museum en el 2006 Presento Contemporary Art The XV Ibero- American Art Salon. Evento que conto  con el apoyo de las diversas embajadas latinoamericanas entre ellas la Embajada Ecuatoriana representada por la obra de la artista Mónica Sarmiento con una simbología de naturalezas precolombina. La Universidad ha desarrollado una programación activa y de gran diversidad, centrada en la difusión del arte internacional. Debido a que tiene un compromiso global de presentar Muestra politicas de arte integracional, porque esta comprometida con los derechos humanos, la justicia social y compromiso político. Apoya proyectos de artistas de su comunidad, como de  otras universidades, su espacio cultural asume un papel activo en la responsabilidad y la formación de su filosofía artistica contemporánea y cultura.

Presenta exposiciones de caracter integracional en American University son los primeros con sede en Washington. Su programación pone lo mejor del arte en un contexto nacional e internacional. La muestra de sus colecciones les permiten presentar la historia del arte de Washington, mientras que su actitud Kunsthalle trae el arte más provocador de su tiempo.

Wilson Hallo: Los Ritmos de la Naturaleza de Mónica Sarmiento Archer

Mónica Sarmiento C

Mónica Sarmiento Castillo (Inés Archer), árbol, óleo, 80x100cm

Texto: Wilson Hallo (Quito, septiembre de 2000). Para entrar en una compresión de las manifestaciones estéticas contemporáneas del Ecuador y América, necesitamos hacer un análisis histórico permanente, además extensivo a lo contemporáneo de las raíces que las ambientaron e influyeron en su conformación.

Dentro de este esquema, diremos que cuando percibimos los planteamientos y concepciones estéticas de las creaciones Valdivia (4300-1500 A.C.), especialmente peinados y vasijas, se evidencia que los “ritmos” primordiales abarcan la fluencia de líneas y formologías que son acordes a sus espacios naturales y vivenciales, que están integrados a las expresiones permanentes encontradas en las cerámicas, piedras o pinturas corporales. Esta misma persistencia de ritmos apreciamos en las cerámicas antropomorfas y vasijas de la cultura Machalilla (1700-1500 A.C.), donde los ritmos incisos nos llevan a admirar su secuencias mágicas.

Mónica Sarmiento Castillo

Mónica Sarmiento Castillo (Inés Archer) dibujo, 30x70cm

Al testifica la cultura Chorrera (1500-500 A.C.), veremos que la actitud creativa, deviene de una propuesta intelectiva más amplia, posiblemente porque a diferencia de las etapas culturales anteriores, ellos (la Chorrera) satisficieron ya sus necesidades primarias y disponían de mayor tiempo para la creatividad. Esta es una de las culturas más desarrolladas de su época. Los factores estéticos tiene mayor estructura conceptual. Estos avances servirán de punto de partida para otras culturas indígenas americanas existentes, antes de la Era de Cristo; como la Olmeca en México, Chavin en Perú, presumiendo para ello, contactos regionales.

Mónica Sarmiento Castillo

Mónica Sarmiento Castillo (Inés Archer), Palmera, óleo y mixta, 60x50cm, 2009

Estos procesos han sido estudiados por Mónica Sarmiento, especialmente por su vinculación con el artista ecuatoriano, Estuardo Maldonado (generación del 60); transformando sus enseñanzas en idioma propio, añadiendo otros aportes que se han vuelto emblemáticos en su creatividad, al emplear materiales orgánicos como cortezas de varios frutos naturales que nuestra geografía produce. Integra a esa permanente estética de los ritmos, que apreciamos en las culturas precolombinas mencionadas, las complementa con una propuesta de color. Añade una actitud secuencial, resultante del estudio de la obra de Carlos Cruz Diez, artista cinético venezolano en el que trabaja en 1998.

En el arte americano del Siglo XX, se destacan artistas como el catalán-uruguayo, Joaquín Torres García, (1930) quien, impresionado por la arquitectura Inca, abona a un constructivismo inicial, así como también a los nacientes idiomas abstractos de Europa. El ancestralismo desarrollado por Tamayo (1940) en México, Mata (1950) en Chile y en Ecuador por la generación de los 60, en especial de Tábara, Maldonado y Viteri, entre otros, quienes parten de un espacio cons-tructivo heredado de las culturas que habitaron Ecuador por espacio de seis mil años; cada uno se manifiesta con una perspectiva propia.

Mónica Sarmiento

Mónica Sarmiento Castillo (Inés Archer) Universo Precolombino, 2008

En Mónica Sarmiento (1998), encontramos un aporte en lo que llamamos “cocina artística”, al usar materiales orgánicos adheridos a una placa de madera. Estos materiales orgánicos configurados por su textura, que al ser tratados con colores, dan un espíritu cercano a los espacios elaborados por el “informalismo español” (Tápies, Cuixart, Canogar, etc.).

Moisés Villelia (escultor catalán), como fruto de una investigación realizada durante su estadía en Ecuador por dos años, hace una mención del uso del color en las culturas precolombinas. Investigación hecha junto al Grupo Piru, puntualiza y dice: que las culturas prehispánicas sabían trabajar con la suma de colores, por ello, en sus obras (cerámicas, textiles, etc.) encontramos colores resultantes de suma y no colores primarios.

Mónica Sarmiento

Mónica Sarmiento Castillo (Inés Archer), Naturalezas, 100x100cm, 2009

Es necesario puntualizar que en los cuadros de Mónica Sarmiento, existe esa misma actitud, priorizando los ocres y sus derivantes, recordando la “pacha mama” (madre tierra), integrando a sus cortezas, un permanente ritmo propio del hombre ancestral y naturaleza americana. Casi en todo el Siglo 20, los artistas de estas latitudes mantienen una permanente inquietud por todo lo que significa una vertiente ancestral y los tratan de las más diversas maneras. Al finalizar el Siglo, Mónica Sarmiento hace una propuesta válida que enriquece a esta permanente inquietud. Creemos que su persistencia dará frutos positivos.

Información de interés acerca de Wilson Hallo Granja: La Galería Siglo XX y la Fundación Hallo: prácticas de coleccionismo y configuración del sistema de arte en Ecuador (1964-1979)

Museo de la Ciudad Valencia, España expone Precolombinos de Mónica Sarmiento Castillo

Un breve recorrido por el Museo de la Ciudad de Valencia nos lleva a disfrutar de la obra de la artista ecuatoriana, Mónica Sarmiento, que presento una exitosa exhibición que se extendió por 4 meses de junio a septiembre del 2005 organizado por el Ayuntamiento de Valencia, Concejalía de Cultura y la galería CosmoArte Siglo XXV.

En esta ocasión nos muestra una serie de obras partiendo en la identidad precolombina, sus árboles se transforman en un lenguaje de paisajes, describiendo éxodos, historia, poemas quechuas, que se aprecian el algunas de sus obras, un lenguaje pluricultural exteriorizado de su identidad, comento José Garnería Coordinador técnica de la exposición, obras de tonos terrosos que nos acercan a una paleta de gran personalidad, como se pudo apreciar en el catálogo que contiene textos de Luis González Robles y Vicente Alcaraz.

Suscribió La directora de Cultura de la Comunidad Valenciana María José Alcón: la obra de esta artista nos invita a conocer un universo de raíces culturales de gran riqueza, nos invita a imaginar, conocer un pueblo con diversidad de dialectos, clima e identidad.

Por su parte, María José Alcón consideró que Valencia se ha convertido ya en un “hito cultural en una ciudad que vive el arte con intensidad” y subrayó la importancia de consolidar eventos de integración internacional como un foco cultural para los diversos espacios valencianos

En el Museo de la Ciudad se expone una selección de las ricas colecciones artísticas municipales. Su ubicación en el antiguo Palacio de los Condes de Berbedel, anteriormente del Marqués de Campo, un interesante ejemplo de la arquitectura señorial valenciana, constituye un aliciente añadido a la visita al Museo de la Ciudad. Una construcción de porte auténticamente monumental, en la que coexisten las pervivencias barrocas visibles en detalles monumentales de la fachada principal.